jueves, 17 de septiembre de 2015

El Octavo

El tiempo es solo un renglón de la vida y nosotros somos parte de cada silaba que se lee en las hojas de nuestro diario; es difícil saber cuál es la fecha exacta en la que debíamos encontrarnos, e incluso, no es posible saber si una creencia puede llegar a confundirse con nuestras decisiones, que al final solo llegamos a tomar con la certeza de querer lograr un objetivo. Sin embargo, dejando todas las reflexiones, puedo decir que un mes más se cumple de tomar la decisión de unir mis sueños a los tuyos, y de querer avanzar con el mismo esfuerzo que tú le imprimes a tu vida.

He logrado conocer aspectos de la vida que están por fuera de mi alcance cuando me detengo a observarte, a escarbar en tu pasado e interesarme por el presente; nuestros actos y nuestros encuentros son por lo menos una forma de tener la ventaja sobre la vida y lo cotidiano, para derrotar todo aburrimiento que pueda causarnos dolor. Ambos nos interesamos por eso a lo que todos temen: el tiempo. Por eso he iniciado con expandir mis ideas y mi aventura sobre el camino que emprendemos juntos, dándote la garantía de saberte llena de dudas sobre lo que no tenemos conocimiento.

Es posible abarcar muy poco, pero debemos converger en una sola cosa, concentrar nuestra energía vital en alcanzar aquello que deseamos con toda pasión, dejar que la libido de nuestra alma sea la que nos convenza de seguir por el sendero de lo que para ambos significa la justicia de la unión, y podernos abrazar en solo sacrificio: el amor...

Te amo...y cuando lo digo, tengo conciencia de lo que significa entregar la vida.

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